jueves, 22 de febrero de 2007

Juan Cul

En el banco hay un chico que se llama Juan Cruz, tiene el pelo por los hombros y la sonrisa de un millón de dólares. Se viste bien, tiene facciones que seguramente son atractivas para las mujeres y su caminar hace pensar que su vida es cómoda, confortable y suavecita. Como las computadoras de los usuarios del banco no tienen floppy (disquetera) a veces me llama por teléfono para que le copie algunos archivos que me manda por mail a un diskette y cuando me lo cruzo por los pasillos me guiña un ojo y me hace "cht" seguido del gesto de un dedo pulgar hacia arriba. Cuando veo a estos pibes pienso en que seguramente deben haber salido con la compañera de curso más linda, deben haber tenido su auto a los 18 años y todo el mundo le debe tomar cariño en cuestión de segundos. Es un pibe simpático, ganador, un deportivo humano descapotable. El típico pibe que querrías que se ponga de novio con tu hija, o no. Seguramente debe haber terminado su carrera, obviamente en alguna facultad privada y ahí también debe haber intimado con la compañera más atractiva del curso. Juan Cruz compra a quien quiere y como quiere. A veces, cuando me pide que le grabe los archivos, yo no puedo hacerlo porque tengo que hacer otras cosas, pero me lo pide de una manera que no sé por qué pero termino diciéndole que sí. Yo no creo que Juan Cruz haya llorado al superar sus 16 años, no creo que haya tenido mayores disgustos que los que le hubiera podido ocasionar algún cumpleaños de la abuela al que no tenía ganas de ir. Juan Cruz, sos un pelotudo y odio tu vida perfecta.

Hoy leí una noticia en el diario que decía que en Colombia dos payasos estaban dando una función cuando apareció un hombre y los baleó a quemarropa. Hay que ser muy malo para boletear a un payaso así como así. Cuando tenía ocho años, le tenía terror a los payasos, culpa de IT el payaso y de un cuadro que tenía un amigo en su casa de campo, era terrible, y encima lo tenía en frente de la cama donde dormía yo.

El clima sigue bien, esta noche hay pronóstico reservado. Espero poder vivir un poco cuando salga de la odontóloga.

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