jueves, 22 de febrero de 2007

Jueves, de medias de vestir

Esta mañana, al salir de mi casa y cruzar la calle rumbo a la parada de colectivo ví en el piso, cerca de ese mini canal por donde corre el agua en los días de lluvia, una fotografía rota. Se notaba que la habían cortado con la mano ya que el corte era impreciso, se podía ver la mitad de la cara de un tipo que parecía acariciar los 38 y que tenía un bronceado repugnante (como todos los bronceados). Cada vez que veo fotografías rotas en la calle me llama mucho la atención, me pregunto ¿qué habrá llevado a alguien a hacer eso? bronca seguramente o tal vez, en algunos casos (los menos), la fotografía era de otra época y alguna ama de casa en plena limpieza las tiró a la basura (rotas para que nadie se entere de su intimidad (terror de cualquier ama de casa)). La promesa que trae la fotografía de eternizar un momento, de detener el tiempo, a veces, es un arma de doble filo, sobre todo cuando se trata de viejos amores. Aunque para el que lo experimentó, no hay nada más placentero que hacer mierda la foto con esa cara que te mira el que te metió los cuernos o la que te mandó a cagar, es simplemente reconfortable y liberador. Tenía ganas de escribir acerca de esa cara que se veía en la foto, un cuento, puede ser, hoy no.

Parece ser que al amigo Juan Cruz lo han cambiado de lugar, antes estaba cerca de la oficina de sistemas, ahora, no lo veo más en el lugar de antes, no me tengo que topar con su encantadora mirada persuasiva, ni con su peinado que las mujeres tanto miran. Si está en otra oficina o agonizando en la cama de un hospital, me da igual.

Estoy contento, hoy cuando salga de acá voy a ir a buscar el tan enigmático revelado de fotos, estoy un poco ansioso, ¿Qué fotos habrán salido, cómo habrán salido, cuantas?, hace como tres años que no siento esto ya que desde que salieron las cámaras digitales nunca más llevé a revelar un rollo de papel, cuando sacaba con la camara reflex hacía scanear los negativos y así obtenía fotos digitales (y más barato que revelar un rollo). Antes de eso, cuando sacaba blanco y negro, las revelaba en el laboratorio de la escuela donde hacía el curso de fotografía, después terminé el curso y me quedé sin laboratorio.

Ya casi se termina la semana y tengo planes para el fin de semana, espero que todo salga bien y si no que llueva todo el finde y me pueda enterrar en el sofá a leer mucho.
Hoy el colectivo frenó dos veces y todo el mundo se fue a la mierda, a veces, la energía cinética puede ser muy graciosa ¿Por qué no nos enseñan eso en el colegio?

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